En el balcón las perennes callan, esperan en silencio y preparan sus brotes casi a escondidas. Hacen ver que duermen, no es tiempo de mostrarse, hay que recogerse…
Todas menos la nueva. Llegó en diciembre y no conoce las costumbres, quizás es eso. Se ha puesto a gritar, pavoneándose ante la impasible mirada de sus compañeras, se llama Pisardi.
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