Archive for abril 2008

Trasplante

30 abril 2008

Siguiendo donde lo dejamos en el post anterior: cuando las plantitas están a punto de tocar la tapa del invernadero (5 cm de altura) y comienzan a gritar ¡sácame de aquí!, es hora de trasplantar.

Comencé trasplantando directamente al huerto, pero la mayoría morían. Observándolas entendí que eran bebes y que, después de mimarlas en el interior del invernadero durante varias semanas, lo que estaba haciendo era dejarlas de pronto en la inmensidad del huerto, a merced del sol y del viento. Un crimen, vamos.

Así que he ido haciendo pruebas. De momento la técnica que mejor me ha resultado es pasar por una etapa intermedia: pongo los bebes en el exterior pero en un rincón cálido e iluminado, resguardado, sin sol directo. El gran truco es mantener la humedad constante, y eso es + fácil si están en macetas. Las riego diariamente.

También he descubierto que las condiciones del trasplante del pote a la maceta son importantantes, mejor una tarde o anochecer fresco o, si es de día, que sea nublado y sin viento. Los pasos son los siguientes:

1. Regar bien antes de sacar la plantita del pote.

2. Darle la vuelta para que salga por si sola la tierra con la planta, con cautela.

3. Separar las distintas plantas, si las hay, teniendo especial cuidado con las raices. Evitar separar las raices de la tierra, no tocarlas ni dejarlas descubiertas durante más tiempo del necesario. Cuando hay varias plantas y están demasiado unidas no me arriesgo: no las separo, las trasplanto juntas y pasados unos días elimino las + débiles cortándolas con unas tijeras.

4. Agujerear la tierra y plantar, que las hojas no toquen el sustrato.
5. Regar en abundancia pero sin mojar las hojas.

Y así es como los bebes crecen y pasan su niñez protegidos en macetas. Cuando la planta llega a los aprox. 15 cm y ya está preparada para enfrentarse al mundo (¿fase de juventud?), puede ser transplantada a su lugar definitivo en el huerto.

Al elegir un lugar en el huerto, es importante tener en cuenta los vecinos, yo siempre consulto la tabla de compatibilidades. Y una vez elegido el lugar, el proceso de trasplante de la maceta al huerto es el mismo que del pote a la maceta.

Unos días después del trasplante, visito la planta en su nuevo hogar y le llevo un regalo: un poquito de compost.


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Siembra

10 abril 2008

Esto de sembrar es adictivo, ¡no puedo parar! Y es que cada vez (por más veces que lo haga), siempre, siempre, me sorprende, ¡es mágico! Como he leído en alguna web: si alguien no cree en los milagros, que observe la germinación de una semilla.

Coloco una simple semilla en tierra y, en pocos días, ahí está: un nuevo ser que observa la vida curioso y atrevido, dispuesto a probar suerte… y que me saluda agradecido.

Después de muchas siembras compulsivas que acabaron en fracaso, conseguí ceñirme a un método más o menos establecido. Se acabó el “aquí te pillo aquí te mato”, lo de ir sembrando en cualquier recipiente y de cualquier manera todas las semillas que caían en mis manos no era muy profesional.

El método consiste en sembrar primero en el interior y después trasplantar al exterior, siguiendo siempre las mismas pautas y anotando las fechas, las especies, su origen… que si no es un caos.

Y, aunque sé que las semillas de mayor tamaño (judias, habas) podría sembrarlas directamente en el exterior, me resulta más cómodo utilizar el mismo método para todas las especies.

Lo que primero busqué fue un invernadero para desarrollar las plantas bebés en un ambiente controlado, en cuanto a temperatura y humedad, hasta su posterior trasplante a tierra firme en la huerta.

Después de varias pruebas dediqué a invernadero un recipiente de cristal (base 17 x 17 cm, alto 12 cm), con tapa hermética también de cristal y 5 potes pequeños (diámetro 5 cm, alto 6 cm) de plástico agujereados por debajo y numerados con rotulador indeleble.

El proceso es el siguiente:

1. filtro tierra con un colador
2. lleno los potes de tierra fina
3. siembro en uno de los potes las semillas elegidas (siempre previamente germinadas), normalmente de tres a cinco unidades
3. cubro con una capa de tierra, aprox medio centímetro
4. coloco el pote dentro del invernadero, riego y tapo

Se trata de dejar el invernadero tapado para que mantenga la humedad, en un lugar con luz y calor. Yo lo pongo junto a la ventana (no vale para germinar, pero sí para el plantel), sobre un cartón encima del radiador, le da el sol durante el dia y en noches frías encendemos la calefacción.

Cuando las plantitas están a punto de tocar la tapa (5 cm de altura) es hora de trasplantar.


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