Aunque, a ratos, las temperaturas siguen siendo frías, los días van alargando progresivamente… y, al mismo ritmo, aumentando mi impaciencia
Lo confieso: desde el mes de enero que estoy sembrando y trasplantando. Era demasiado pronto, lo sé, pero al menos este ímpetu me dió margen para hacer pruebas (si los planteles no sobrevivían, me quedaba tiempo para sembrar de nuevo).
Comencé sembrando las semillas directamente en potecitos con tierra dentro de un recipiente de cristal. Lo ponía cerca de una ventana y controlaba temperatura y humedad (como curiosidad: temperatura y humedad son las condiciones que exigen la mayoría de hortalizas, pero hay especies que necesitan cosas como un período previo de frío, luz, humo…, al menos eso cuenta Daniel.
Este sistema no me convencía: en muchos casos, después de esperar hasta 30 días, seguía sin asomar la plantita de rigor y, encima, me quedaba sin saber si la causa del fracaso había sido una semilla defectuosa o las condiciones del entorno. Necesitaba saber antes si las semillas pensaban germinar y, si no lo hacía, saber porqué.
Por otro lado, me di cuenta de que la ventana no es el lugar más apropiado para la germinación: no ofrece una temperatura càlida y constante ni por casualidad (muy caliente en un día de sol y frío durante la noche).
Y así fue como me dediqué a pasear por casa buscando una fuente de calor suave (18 a 25 grados) y constante. La parte superior de la nevera cumplía todos los requisitos.
(Inciso: después, navegando por ahí he visto que hay otros métodos para conseguir calor en casa …)
Comencé a germinar en la nevera las semillas antes de sembrarlas: un éxito- En unos pocos días puedo saber si las semillas son viables y, además, puedo elegir para la siembra las que mejor pinta tienen.
He detectado que tenía un monton de semillas caducadas, cometí un error imperdonable, no tuve en cuenta que las semillas deben conservarse secas, en un lugar fresco y protegido de la luz. No volverá a pasar, ya están en una caja hermética en la nevera.
Aquí dejo, paso a paso, el proceso “germinación en la nevera”:
1. colocar unas cuantas semillas en una servilleta de papel
2. envolver haciendo un paquetito y anotar la fecha y especie
3. colocar todos los paquetitos en un trapo de cocina
4. enrollar el trapo y regarlo (bien mojado pero que no gotee)
5. introducir el trapo enrollado y mojado en una bolsa de plástico
5. colocar la bolsa de plástico sobre la nevera
6. desenvolver a los 3, 4 ó 5 días, las semillas sanas ya muestran la vaina embrionaria, éstas son las semillas que quieren ser sembradas.
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