La remolacha es una hortaliza muy completa: se aprovecha todo y, además, es muy decorativa. ¿Cómo no la descubrí antes?
De jóvenes, las hojas son de un verde intenso, y los nervios y tallos, rojos. Después, con la madurez, las hojas oscurecen, los verdes van pasando progresivamente a tonos morados.
Las sembré todas juntas el 5 de octubre directamente en un rincón del huerto. Las semillas provenían de un sobre comprado, variedad Detroit.
Cuando tenían unos 5 cm, las trasplante, separadas entre sí como mínimo 15 cm, a zonas más céntricas del huerto. Y aunque el trasplante en hortalizas de raíz suele estar desaconsejado, todas se han desarrollado sin problemas.
He ido cortando hojas a medida que las necesitaba (quizás esto perjudique el posterior engorde de la raíz, no lo sé…) Lo que sí puedo asegurar es que las hojas de remolacha, mezcladas con lechuga y canónigos, son muy sabrosas, y dan un vistoso color a la ensalada.
La gran incógnita ahora es si sabré reconocer el gran momento cuando llegue. He retirado un poco de tierra y algo se ve. ¿Qué? ¿La saco ya?