Archive for junio 2008

Riego

26 junio 2008

La semana que viene nos vamos unos días fuera y ya he conectado el riego automático (impecablemente instalado por J., evidentemente) para que me demuestre que será capaz de funcionar cuando lo deje solo.

He estado haciendo pruebas en cuanto a la frecuencia y duración del riego. El tema está en que, con este calor, la superficie de la tierra (que es en realidad toda la tierra del huerto porque hay un palmo de profundidad) se seca enseguida. Pero la solución no es aumentar la cantidad de agua, porque entonces se pierde por el drenaje (llevándose con ella los preciados nutrientes) y vuelve a secarse. Conclusión: poca agua y frecuente, lo he puesto a 1 minuto cada 8 h.

Cuando riego a mano, utilizo agua de la pecera donde viven las tortugas, es agua sin cloro y enriquecida además con los “nutrientes” que desinteresadamente ellas aportan al ecosistema del balcón. Pero cuando riego con el automático, el agua que les llega a las plantas es directamente de la red, de la cual no conozco la composición pero, por el gusto que tiene, es evidente que contiene mucho cloro.

Hace tiempo ya que le doy vueltas a como mejorar la calidad del agua del riego automático. La premisa es que no puedo recoger agua de lluvia porque el balcón es cubierto. La otra premisa, vigente siempre en todos mis diseños, es mínimo coste, energía (incluida la mía) y espacio.

Tengo entendido que, dejándola reposar al aire, el agua de red mejora notablemente. Así que se me ocurre instalar un depósito abierto entre la toma de agua que hay en el balcón y el riego automático. El depósito debería estar en alto, para disponer de presión. Me lo imagino de unas dimensiones similares una cisterna de inodoro, también con su boya nivel, pero sin tapa, y quien activaría el vaciado no sería una mano tirando de la cadena sino la válvula del riego automático.

El caso es que este proyecto está aparcado porque no tengo donde poner el depósito.

Datos

15 junio 2008

Como todo el mundo sabe, cualquier trabajo de investigación se basa en anotar y analizar los datos obtenidos.

Cuando tenía sólo 11 tiestos en el balcón, conocía casi de memoria el historial de cada planta, era fácil porque eran pocas. Pero, desde que tengo un huerto de verdad, el tema se ha complicado. Ahora es necesario un control más serio.

Desde enero he estado anotando, para cada planta: nombre, origen, siembra (fecha, lugar y procedimiento), trasplante (fecha, lugar y procedimiento), fecha primera flor, frutos (fecha primer fruto, cantidad total y características) y fecha de defunción. También apunto los sucesos relevantes en la vida de la planta y si interesa o no guardar semilla para la próxima temporada. Total, 15 datos para cada planta. Sí, ya sé que son demasiados, la próxima temporada, cuando sepa cuales son los que realmente me aportan información, espero reducirlos.

Comencé anotando a mano en una libreta de tapas gustosas, en plan naturalista del siglo XIX, pero he tenido que acabar reconociendo que es infinitamente más útil una fría hoja de cálculo, que permite ordenar, comparar y buscar los datos a velocidad supersónica.

También me resulta muy eficaz un mapa del huerto, donde voy anotando lo que tengo plantado en aquel momento. Lo tengo dividido en cuadrículas de 15 cm.

Mapa del huerto

(Para los curiosos: las iniciales que aparecen en el mapa son de tomates y pimientos de varias procedencias, judías, albahaca, habas, calabacín, menta, perejil, fresas, geranios, coleus y jazmín).

Estadísticas

8 junio 2008

En el programa de edición de webs que utilizo, hay un botón que se llama “estadísticas”. Hoy he visto allí que esta web ha superado las 20.000 visitas desde que se inició hace un año, estoy alucinando.

De los que me conocen personalmente, muy pocos saben de la existencia de esta web y me consta que no suelen pasar por aquí, así que entiendo que todas estas visitas son de personas completamente anónimas que no llegan hasta aquí obligadas por la curiosidad ni por cumplimiento, sino por que tienen un interés real en el tema. Lo que escribo les interesa lo bastante como para perder su valioso tiempo conmigo. Esto me halaga.

Lo que empezó, y sigue siendo, mi diario de a bordo para guardar información, ha resultado ser útil a 20.000 personas y eso es mucha gente. A veces Internet da un poco de miedo, tiene unas dimensiones descomunales,.

Y lo que más me ha sorprendido es la evolución, cada vez hay +. El programa aporta los datos en forma de gráfico:

Una manera de ser

6 junio 2008

Con el huerto he aprendido cosas que me han influenciado mucho: a apreciar los cambios estacionales, a esperar, a observar, a ver los cambios minúsculos y constantes…

Comparto con Josep M. Vallès que en el huerto urbano quedan en segundo término criterios importantes para los agricultores profesionales como son minimizar el tiempo dedicado y aumentar la productividad; y pasan a riguroso primer término criterios casi opuestos, como son la ilusión de comer lo que uno mismo ha cultivado, la diversidad de la producción, y el valor didáctico y creativo de la actividad.

Me ha parecido especialmente acertado el prólogo de su libro, que es de Bigas Luna:

Cuando te inicias en la tarea de hacer un huerto, te inicias también en entender la vida. Para mí, esta tarea, se ha convertido en algo fundamental. No sólo con respecto a las viandas que recoges del huerto, que es bastante importante, sino también como forma de vida y de trabajo. Gracias al huerto he aprendido a trabajar, he aprendido a esperar, he aprendido a tratar a la gente de una manera diferente.

Comparto plenamente esa sensación: buscaba una diversión y he encontrado una manera de ser.